viernes, 23 de julio de 2010

ENSAYO

Recuerdo cuando John Jaime Osorio en una entrevista para ingresar a estudiar la carrera de Comunicación gráfica publicitaria me preguntó: ¡David! En esta carrera se debe tener la habilidad de generar constantemente excelentes ideas, cuénteme ¿es usted muy creativo? No recuerdo que respondí porque a partir de ese momento la pregunta quedo girando en mi cabeza. Solo sé que pase la entrevista y por cosas del destino no pude estudiar esa carrera y terminé en Ingeniería de sistemas creyendo que la creatividad no era fundamental en esta profesión. Sinceramente no me consideraba una persona creativa; en esos momentos para mi ese concepto solo lo podían portar grandes personajes como Fernando Botero o personas muy talentosas como el mismísimo Leonardo da Vinci. Realmente, estaba muy equivocado, desde ese momento y a lo largo de estos años he comprobado que en esta ingeniería más que en otra se debe utilizar toda la capacidad creativa para solucionar problemas, desarrollar programas y administrar o dirigir proyectos. Sin embargo, yo era una persona de grandes virtudes que vivía relajado y dejaba que el mundo siguiera su curso sin preocupación, sin dejar huella, sin marcar la diferencia y sin producir ideas (porque tener una idea y no hacer nada con ella es lo mismo que no tenerla). Ahora puedo decir según mi experiencia, que todos somos creativos y tenemos la capacidad de generar ideas, buenas ideas. Somos creativos a la hora de vestirnos, somos creativos en la forma de pensar, al caminar y en la forma de expresarnos.

Después de leer el libro me di cuenta que ya había empezado a madurar el concepto (creatividad y generación de ideas) en mi vida académica y personal desde un tiempo atrás. Proponer metas contribuye a pulir la facultad necesaria para cultivar la inclinación a tener ideas, ser creativos y reflexivos, pues todo el tiempo estaremos cuestionando todo a nuestro alrededor y produciendo ideas nuevas para la solución de problemas. Jack Foster asegura que la manera de convertirse en una persona que genera ideas es pensando como un niño, porque los niños son creativos y los adultos se limitan porque tienen muchos preconceptos de las cosas, ya que les enseñan que casi todo está hecho y por el contrarío los niños piensan que hay un mundo nuevo por descubrir y crear.

El libro: Cómo generar ideas de Jack Foster es una herramienta que nos muestra cómo preparar la mente y convertirnos en una persona propensa a las ideas. El método que explica el proceso de generar ideas yo ya lo he aplicado en mi vida académica de una u otra forma sin saber que existía y ha dado buenos resultados, igualmente es benéfico para la vida profesional de un ingeniero de sistemas o administrador.

Ahora sé que acondicionar la mente a las ideas no es algo que se pueda parar una vez iniciado, y es una actividad de toda la vida; una labor que nunca termina; un objetivo que nunca se alcanza.

Invito a todos los que lean el presente escrito a que se diviertan produciendo buenas ideas porque el humor es la base de la creatividad.

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